7 nov 2010

Prometo guardar silencio.
Prometo hacerlo cuando ella entre la iglesia agarrada del brazo de su padre.
Prometo guardar silencio, cuando tus manos rodeen las suyas delante del arco blanco bordeado de flores.
Te prometo, que no rechistaré ni una palabra en el momento que tus labios susurren el “si quiero“.
Prometo que, aplaudiré con todas mis ganas cuando tu boca selle la suya.
Prometo, también, que mis sollozos no se escucharán cuando nuestras miradas se crucen a lo lejos.
Prometo, no deshacerme en lágrimas encerrada en cualquier cuarto de baño del lujoso hotel.
Te prometo que dejaré que tus manos embriagadas de su aroma, me desnuden en la oscuridad de mi cuarto.
Prometo guardar silencio, cuando tus labios beban las lágrimas que resbalen por mis mejillas.
Prometo callar mis gritos enredados en falsas promesas.
Prometo quererte siempre, anhelarte y odiarte de igual modo.
Prometo hacerlo cuando tus ojos recorran mi cuerpo y tu boca susurre un “lo siento”.

4 comentarios:

Oriana Blanco Herdz dijo...

Oh D: ¿el maldito se casó y la tiene a ella como "la otra"? Me ha gustado este escrito, es muy triste y sorpresivo.

Besos :)

Mony dijo...

Wow, me gusta la forma en que está narrado, la melancolía se siente.

Anónimo dijo...

Demasiadas promesas :(

ghitin dijo...

Sorprendente y genial ^^